viernes, 31 de marzo de 2017

Homenaje a Rovirosa y Julián Gómez del Castillo

El pasado 27 y 30 de marzo, el Movimiento Cultural Cristiano celebró, en la Casa de Cultura y Solidaridad que tiene en la C/ Sangüesa, frente al nº 33, un homenaje a sus fundadores, Guillermo Rovirosa, ahora en proceso de beatificación, y Julián Gómez del Castillo.
Para ello, el lunes 27 contamos con la presencia del Obispo de Vitoria, Don Juan Carlos Elizalde, que nos habló de la "evanglización del hombre de hoy", en una sociedad que diseña un hombre hedonista, consumista, individualista, triste y con un grado muy alto de erotismo, "la evangelización para el hombre de estas características, dijo,  la tenemos en el Evangelio, pues la propuesta que nos ofrece  es  la vida de comunidad, la austeridad, la entrega por el ideal, el servicio y los Sacramentos... es decir, recuperación de las raices cristianas, la conversión". 

El jueves 30 de marzo, María Trinidad Gómez del Castillo, nos habló de su padre y fundador del Movimiento Cultural Cristiano, de su madre, recientemente fallecida hace apenas una semana y de Guillermo Rovirosa, del que el Movimiento heredó su espiritualidad e identidad.
María Trinidad contó cómo su padre quiso continuar el camino de Guillermo Rovirosa, e hizo llegar hasta nosotros, fundamentalmente de forma viva y experiencial, la espiritualidad de encarnación que forma parte intrínseca del ser del Movimiento Cultural Cristiano. Guillermo Rovirosa y Julián fueron adelantados a su tiempo, y  ambos eran hombres de Dios, ese tipo de personas que se encuentran cada mucho tiempo y que dejan marcada su huella en generaciones. Ambos entregaron sus vidas en la promoción de militantes cristianos pobres que vivieran de forma asociada sus vidas al servicio del Reino de Dios. El amor a Cristo, la Iglesia y los pobres, la búsqueda de la Verdad, son parte crucial del reconocido legado de ambos.
Trinidad, la mujer de Julián, fue clave en su vida militante, pues por el amor al ideal que ambos compartían, aceptó la vida de entrega de su marido y colaboró desde el servicio y el trabajo callado y humilde.