miércoles, 1 de febrero de 2017

Los leprosos con los que vivo son ángeles: ¡mírelos!



En Corea la Iglesia se compromete con los enfermos de Hansen

Los leprosos, ¿Ã¡ngeles? Por supuesto que sí. Para Luis Mari Uribe, franciscano sacerdote de Gernika que dejó España hace 35 años para ir a vivir con los enfermos de hansen (lepra) en Corea, estas personas son ángeles, y los coreanos pobres que con su dinero ayudan a la leprosería, gente de muy buena voluntad.
“Puedo certificar la generosidad de la gente coreana en respuesta a estos marginados antiguos de su familia y de la sociedad -dice-, no sólo la gente cristiana”.
De todos modos la Iglesia es bien reconocida por su labor de justicia social. Su empeño en defensa de los pobres y de cuantos social, laboral y políticamente sufrieron violencia en los tiempos ya pasados del sistema dictatorial atrajo a mucha gente a la Iglesia y aumentaron los bautismos. “También hoy día es la que más crece de número entre las diversas religiones del país”, explica.
El Papa Francisco ha recibido recientemente a los obispos coreanos de visita ad Limina: "Seguid adelante. Nada de mundanidad espiritual, nada de un catolicismo fácil, sin celo, nada de un bienestar religioso -les dijo-. Amor a Jesucristo, amor a la Cruz de Jesucristo, amor a vuestra historia, que es una historia de persecución y de martirio”.
Las palabras del Papa son un reto para la Iglesia coreana: “A todos nos costará este empeño. A los obispos clero, religiosos y laicos. Bien cómodos que estamos viviendo, quizá en la mundanidad que llama el Papa”.
 “Este maravilloso país asiático tiene lados menos atractivos -explica-. La ideología del súper desarrollo excluye espacios para la compasión, la caridad, la misericordia, la cercanía… generando una mentalidad basada sobre una interminable competencia".