Ángel Iriarte,
delegado episcopal y director de Cáritas Diocesana, ofreció el pasado 19 de
diciembre una rueda de prensa donde presentó la campaña de Navidad y facilitó
la información sobre los datos de atención y ayuda económica por parte de
Cáritas a lo largo de este año 2014.
Cáritas diocesana de Pamplona y Tudela ofreció sus datos de
atención y ayudas económicas a fecha de 31 de noviembre de 2014. Entre estos
datos destacó la leve bajada de personas atendidas durante este año 2014, con
respecto al año anterior, estimada en un 5,38%. Pese a este descenso, el número
de personas atendidas directamente por nuestra Cáritas Diocesana es muy
elevado, llegando a las 14.000 personas.
Ángel Iriarte señaló que quien viene a solicitar ayuda a
Cáritas principalmente es una mujer, extranjera, de entre 30 y 44 años y con un
nivel formativo bajo, sin estudios o estudios primarios. Pese a que el mayor
número de personas que solicitan ayudas son extranjeros, Íriarte quiso dejar
claro que cada vez son más las personas nacionales que solicitan ayudas. “Antes
eran un 8%, actualmente hemos pasado a un 40%”.
El 42% de las unidades familiares que atiende Cáritas tienen
hijos a su cargo. Este dato se ha incrementado un 70,75% desde 2010. Pero
dentro de este grupo, Ángel Iriarte destacó “el incremento de las unidades
familiares monoparentales, que han experimentado respecto al año 2010, un
199%”.
El 92,71% de las personas que atiende Cáritas están en
situación de pobreza severa, es decir, que reciben menos de 454 euros mensuales
de ingresos.
El delegado de Cáritas destacó el número de personas que no
tienen ingresos, afirmando que desde el año 2010 han aumentado casi en un 300%.
“Este dato es significativo a partir del año 2012, año en el que se modifica la
renta básica con la Ley
foral 2012 de 23 de enero”. Y añadió que de este dato había que destacar
también “las unidades familiares sin ingresos con hijos a cargo que ha
aumentado un 246%”. Por otra parte ha aumentado el número de personas que
vienen de otras comunidades, sin empadronamiento, por tanto sin posibilidades
de tener ingresos, que agotan las ayudas puntuales iniciales y que se quedan en
nuestra Comunidad.
Sobre las ayudas, Ángel Iriarte afirmó que este año 2014 la
cuantía es de 1.421.385, 02 euros. Este dato ha bajado con respecto al año
2013, pero se debe, como explicó el delegado, a que “se modificaron los
criterios de reparto de ayudas ente la cuantía que habíamos alcanzado en 2013, para
así poder garantizar la viabilidad de las ayudas económicas”.
Las personas que atiende Cáritas presentan diferentes tipos
de necesidades, pero Ángel Iriarte destaco dos: la alimentación y la vivienda.
Pero recordó que la mayor parte de la gente que acude va pidiendo trabajo.
Para concluir la rueda de prensa, explicó que “aunque la
tendencia de este año ha sido de descenso en el número de personas atendidas,
consideramos que se ha creado una bolsa de personas en situación de pobreza y
exclusión que va a permanecer durante mucho tiempo”. “La pobreza y exclusión
que se está dando no es alimentaria, es multidimensional y para afrontarla
hacen falta medidas integrales que se aborden desde distintos frentes”. “No se
puede responder a la situación actual con métodos de ayuda antiguos, es
necesario responder con medidas adecuadas al tercer milenio en que vivimos”.
Campaña de Navidad:
Tras ofrecer los datos de personas atendidas y ayudas
prestadas, Ángel Iriarte presentó la campaña de Navidad, que lleva por lema
“Ama y vive la justicia”. Explicó que la campaña se centra en tres ideas
fundamentales:
- Mentalidad de la persona y, por tanto, la dignidad de la
persona como eje central en la configuración del orden social, económico y
político.
- Destino universal de los bienes, buscando el desarrollo
integral de la persona. “Como creyentes sabemos que Dios creó el mundo para
todos, no para media docena” explicó el delegado de Cáritas.
- Opción preferencial por los pobres y los más vulnerables,
en clave de derechos. Y recordando las palabras que el Papa Francisco ofreció
en su discurso ante la FAO,
Iriarte afirmó que “los hambrientos no piden limosna, sino dignidad”.