jueves, 21 de agosto de 2014

Javier Urra: 'Nunca induciré al suicidio pero enfrentaré al agresor con sus libertades'

Seguirá trabajando con pederastas y violadores, "pero sin olvidar a sus víctimas, también a las que todavía no lo han sido"

Javier Urra, psicólogo especialista en Psicología Clínica y Pedagogo Terapeuta.
Javier Urra, psicólogo especialista en Psicología Clínica y Pedagogo Terapeuta. (PABLO VIÑAS)
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El psicólogo Javier Urra ha aclarado hoy que "nunca inducirá al suicidio", pero sí enfrentará al ser humano con su libertad", al tiempo que ha afirmado que seguirá trabajando con pederastas y violadores, "pero sin olvidar a sus víctimas, también a las que todavía no lo han sido".
DONOSTIA. - Urra ha remitido a los medios de comunicación una nota tras la polémica suscitada por las declaraciones que realizó el pasado lunes en una rueda de prensa en San Sebastián, en la que presentó un curso de verano de la Universidad del País Vasco sobre "Valores y virtudes. Verdades y mentiras".
El exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid dijo entonces que una "salida ética consigo mismos y con la sociedad" para violadores en serie o pederastas, conscientes de que "reincidirán en el dolor ajeno" tras cumplir con la justicia, "posiblemente sería el suicidio".
Urra ha matizado hoy sus palabras en un comunicado, en el que afirma que "aquellos violadores en serie, pederastas multireincidentes, psicópatas que no muestran arrepentimiento, ni culpabilidad, que no sufren con las víctimas a las que tanto daño han causado, que te hacen saber que es posible que reincidan y que expresan que ya han pagado por la condena judicial, tienen que saber que en la vida hay dilemas éticos y hay que enfrentarlos a ellos".
"¿Dañar a las demás víctimas inocentes o dañarse a sí mismos?", se ha preguntado Urra, convencido de que es "esencial que sientan, que se sepan concernidos, que no se desresponsabilicen, que afronten su libertad, que musculen su voluntad".
Ha dicho que, al igual que "todo clínico", busca "la rehabilitación y la no reincidencia", lo que exige ocasionalmente un "shock", "un enfrentarle contra su espejo, para que sepa que lo que hizo no puede repararse, que si alcanza a tener conciencia moral padecerá por no poder resarcir el daño".
"Soy contrario radicalmente a la pena de muerte, estimo que el suicidio es un fracaso, una pérdida que debemos evitar", ha subrayado.
Ha pedido también terminar con el "buenismo, con una intervención aséptica" para enfrentarnos al "multireincidente con la verdad".
En su opinión, son necesarias "terapias en las cárceles, reconocimiento de lo hecho aunque de esta forma se enteren su esposa e hijos, terapia revulsiva, dolorosa emocionalmente que convulsione las entrañas del insensible para que un día pueda reintegrarse a la sociedad y pedir perdón, un perdón profundo, crónico".
"Asumo críticas, pero demando respuestas. Tenemos leyes pero, en gran medida y en algunos casos, adolecemos de moral, de ética, de responsabilización ante lo hecho. Y no se dude, las conductas son precedidas de pensamientos", ha concluido.