El viernes 14 de
marzo
presento mi libro en el CIVICAN de Pamplona a las 19:30 horas, el edificio ese
de Pío XII nº 2. Se titula Morir para contarlo y
se ha pasado años atascado en mi ordenador y en mi alma. No ha sido sencillo
parirlo.
A mi padre lo asesinaron delante de mis narices por no callar: por ser libre.
Bueno, yo ̶̶̶ como cuando he escrito un artículo en prensa o me he expresado en
radio o televisión o en una manifestación ̶̶̶ publico mi libro
por las mismas razones por las que mi padre decidió no callar, y porque creo
sinceramente que hemos llegado a una situación penosa en la que hasta los que
se suponía que debían ser los nuestros, nos han traicionado. Y no me da la gana
de callar. En mi texto y desde mi punto de vista personalísimo, levanto acta de
lo ocurrido, de mi dolor, miedo y sufrimiento íntimos. Cuento mi verdad y
también el porqué de mi amargura con este falso final en el que, debido a la
maldita negociación, parece que tenemos que hacer no sé qué a favor de la banda
̶ de pistola y de escaño, que son la misma cosa̶ y
cederles impunidad porque, y esto es bien sangrante, estando en lo operativo
hace tiempo derrotados, prometen no volver a matarnos mientras celebran su
pasado de amenaza y sangre, incluso en los escaños que pago con mis impuestos.
También hablo de mi fe. Es un mixto de testimonio desde lo más íntimo de aquel
crío de trece años y su vida hasta adulto, mis sentimientos, mi
"pensamiento" político y del sentido de
la vida. Esto último suena
bastante pretencioso, pero bueno, entendedme: lo poco que dan mis meninges.
Me niego a callar esta infamia, esta traición, que es un fraude y una derrota
del Estado de Derecho, de mi nación que se llama España. Que supone mi derrota
personal y de tantas víctimas. En fin, quiero dejar testimonio de lo que
verdaderamente ha pasado y pasa, de forma que quede constancia para quienes
vienen detrás y para los que hoy no ven. Para que no se olvide el papel de los
corazones de hielo que mataron, apoyaron, difamaron o miraron para otro lado y
ahora quieren que vivamos, no ya como si la ETA ya no existiese, sino como si
nunca hubiese existido. La ETA está por derrotar. Bueno, creo que hace años que
es conocido lo que pienso. Habrá quien comparta en parte, en todo, en algo o en
poco lo que digo, pero es lo que firmemente creo y defiendo.
Solo quiero haceros sabedores de la presentación de mi libro. Quien pueda
acudir, estupendo, y, si no, no pasa nada, como no puede ser de otra forma. Con
toda paz. Si alguno de vosotros quiere colaborar en la difusión del acto por
correo electrónico o en las redes sociales, se lo agradeceré. Eso sí, mandando
un recordatorio pocos días antes del 14, que si no a la gente se le pasa.
Mi libro sale con la ayuda de amigos que me han apoyado desinteresadamente a
nivel técnico (revisiones, maquetación, diseño de
portadas...) y anímico. Al frente, mi amigo Javier Marrodán
Ciordia. Mi hermano Jesús me paga la impresión de los
libros y vamos a ver si consigo amortizar ese gasto y devolvérselo. La
disposición de mi hermano Jesús me da la tranquilidad de que él corre con el
riesgo económico. Allí mismo venderemos ejemplares, pero estará en librerías.
Las editoriales dicen que todo lo que huela a terrorismo ya no vende. Y es que,
estallada la falsa paz, a algunos nos caen los cascotes encima y vamos estando
de sobra los que ya aparecemos como enemigos de esa “pazzz”,
hermosa palabra que han pervertido: no era cuestión de paz, aquí no ha habido
una guerra: queríamos la libertad robada a tiros. Hay que destacar en este
punto que la editorial
SAHATS de José Mari Domench presta
su sello y su asesoramiento, gestiones con la imprenta, Ateneo Navarro y
CIVICAN desinteresadamente. Sin él, la cosa habría sido mucho más dificultosa.
Salvador Ulayar