Tras las numerosas denuncias de los pacientes del Complejo Hospitalario
de Navarra (CHN) ante el departamento de Salud, que ha contabilizado
1.514 quejas desde que la empresa se hiciese cargo de las cocinas del
centro a finales de enero, ahora es Cáritas la que ha rechazado la
oferta de la compañía, que quería donar a la organización católica la
comida que sobra a diario en el hospital.
Mediterránea de Catering, según recoge la prensa regional de Navarra,
atribuye el rechazo a esta propuesta a la mala reputación adquirida por
la empresa tras la entrada en funcionamiento del servicio externalizado
de dietas hospitalarias. No sólo por las reclamaciones ante el Ejecutivo
autonómico por la ‘mala calidad’ de los alimentos, sino también por el
rechazo generalizado de los sindicatos, que han pedido la rescisión del
contrato y el fin de la privatización del servicio de cocinas.
Asimismo, la Comisión de Personal del servicio navarro de salud recabó
11.000 firmas entre la plantilla y los usuarios, que se suman a las más
de 63.600 recogidas en Internet por la plataforma Change.org.
Cáritas no ha querido hacer públicas las causas por las que ha rehusado
esta oferta, aunque tal y como indica la prensa regional su decisión ha
caído como un jarro de agua fría en la empresa adjudicataria, que ha
mostrado su decepción por la imposibilidad de llevar a cabo esta
iniciativa social.
Mediterránea de Catering ha considerado “muy grave” que la organización
católica rechace su comida por el “problema de reputación” a “nivel
local” que tiene la empresa, sobre todo porque desde la compañía
aseguran que los comedores sociales no pueden atender a todos los
demandantes. Asimismo, esas fuentes aseguran que esta iniciativa “no es
algo oportunista” ni una campaña de “lavado de imagen”, ya que era algo
previsto desde hace tiempo, y dicen que la empresa se plantea extender
la propuesta al resto del Estado.
Fusión con Arturo Fernández
Unos problemas que no parecen preocupar a Arturo Fernández, presidente
de la patronal madrileña, íntimo de Esperanza Aguirre y dueño del Grupo
Arturo, que fusionó parte de su entramado empresarial con Mediterránea
de Catering hace unos días.
La nueva empresa, que se encargará de la actividad que en la actualidad
tiene Grupo Arturo en empresas, hospitales, colegios y otros centros de
la Administración, se llamará Mediterránea Arturo.
El empresario madrileño ocupará la presidencia, mientras que el sillón
del consejero delegado recaerá en Mariano Muñoz, el actual primer
ejecutivo de Mediterránea de Catering. Esta empresa pertenece al fondo
Portobello, en el que participan principalmente los bancos Santander,
BBVA, Sabadell, Bankia y Goldman Sachs.