lunes, 11 de marzo de 2013

CORRUPCIÓN EN LA CAN, ¿QUIÉN TIENE LA CULPA?




Caja de Navarra, año 2009: 1.250 millones de valor patrimonial. Caja de Navarra (en Banca Cívica), año 2012: 280 millones. ¿Por qué semejante pérdida? Es la pregunta más repetida en la comunidad (643.713 habitantes, 17,15% de paro y una renta per cápita de 30.068 euros), que asiste irritada a la pérdida de su entidad de ahorros —un símbolo histórico del territorio— en medio de una catarata de denuncias por gastos e inversiones cuestionables y de una inestabilidad política de imprevisibles consecuencias.

Kontuz, ha demandado a Miguel Sanz (presidente del Gobierno navarro entre 1996 y 2011) y a Enrique Goñi (director general de la CAN de 2002 a 2012) por una presunta comisión de delitos societarios y de prevaricación por ocultación; a su vez, ha denunciado ante la Fiscalía de Navarra a Yolanda Barcina, actual presidenta del Gobierno foral, por un presunto delito de información privilegiada para aprovechamiento personal. Barcina participó con 50.000 euros en una sociedad creada por la CAN para comprar parte de su red de oficinas que luego se arrendaban a esa misma entidad.

Kontuz ya forzó la dimisión el pasado mes de octubre de Jesús Pejenaute como consejero de Políticas Sociales al ser denunciado por haber ordenado en 2007, cuando era director del área comercial de Caja de Navarra, el blanqueo de hasta 180.000 euros en una sola semana en billetes de 500 tras una venta inmobiliaria. Este colectivo rastrea la evolución de Caja de Navarra y su tránsito por Banca Cívica, marca que dio nombre en 2009 a la fusión ideada por Goñi y a la que se fueron incorporando Caja Canarias, Caja de Burgos y Cajasol. En su labor de investigación encuentra frecuentes fuentes de información entre los 600 despedidos, los 200 trabajadores de la CAN desplazados a Cataluña y los gestores de la entidad que Goñi (Pamplona, 1961) destituyó en 2002.

Miguel Sanz es uno de los cuatro políticos, todos vinculados a Unión del Pueblo Navarro (UPN), que cobraban doble dieta por su representatividad en los órganos de la CAN, ya que componían la desconocida Comisión Permanente de la Junta de Entidades Fundadoras, que no tiene cobertura estatutaria. Junto a él, Yolanda Barcina; el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el consejero de Economía, Álvaro Miranda. Sanz, con un sueldo anual como presidente de Navarra de 69.354 euros, llegó a percibir en el mismo periodo 90.000 en dietas de la CAN, mientras Barcina reconoció que el 55% de sus 143.000 euros anuales procedía también de estos complementos. Al mismo tiempo, a Enrique Goñi, se le atribuyen un sueldo anual fijo de 900.000 € más suplementos.

En junio de 2010, Goñi habilita sin licencia bancaria una oficina de Banca Cívica, de 800 metros cuadrados, muy cerca de la Casa Blanca y del Banco Mundial, que inauguraron los duques de Palma. El objetivo: abrirse a un mercado potencial de 300.000 clientes por la vertiente social del proyecto. Fracaso rotundo. La autoridad bancaria estadounidense exigió incluso que se retirase la rotulación exterior de la oficina. El alquiler suponía 480.000 euros al año.
La entidad perdió 1.000 millones de valor patrimonial en tres años, con un consejo copado por políticos de UPN

Pese a todo, nadie criticó la aventura americana. Ni siquiera la frenética política de expansión. En Bilbao, la CAN pagó seis millones por un céntrico edificio para pelear en un mercado dominado por BBK. A su vez, Caja de Navarra pasó de 240 oficinas en 2003 a 340 en 2007 y 510 en 2010, ya como Banca Cívica.

Y no todo acaba aquí, a este despilfarro hay que añadir los viajes en helicóptero y de lujo asiático, organizado por la CAN para 150 empresarios, consejeros y ejecutivos de la entidad y sus parejas, la adquisición de sillas de más de 5.000 euros cada una para los despachos y las salas de reuniones de los ejecutivos de la CAN, y un largo etc. que han contribuido, aunque no lo digan, a la ruina de la CAN.
Caja Navarra pasó de valer 1.200 millones de euros en 2009 a tener un valor de 180 millones de euros en 2012.






Los partidos políticos han visto en las cajas una forma de financiarse y de concederse privilegios para ellos y sus amigos. No hay más que ver quien ha ido ocupando los cargos de las Cajas, el destino de los créditos y los sueldos de escándalo que se han concedido.  Y ahora, en esta nueva fase del capitalismo financiero internacional que no conoce fronteras, las cajas han sido entregadas en manos de los mejor posicionados.
“El sistema bancario es perverso”, Cardenal Ars.